Recuerdo guerrero (con su correspondiente ardor)

23 Nov

Una de las grandes ventajas que tiene el trabajar en domingo es el tener acceso a toda la prensa dominical. He dicho ventaja pero tendría que haber dicho placer. A la redacción llegan los periódicos nacionales y los locales junto con sus suplementos, revistas y demás complementos. Al ser un día consagrado al descanso, sólo trabajamos yo y unos cuantos más que, de esta forma, adelantamos nuestro lunes. Está bien comenzar la semana teniendo por delante todas las opciones posibles de glosar la actualidad.

Casi siempre me traigo a casa algún periódico de más, que voy leyendo a lo largo de la semana. De la lectura de este domingo rescato este artículo de Arturo Pérez-Reverte en XL Semanal. Me picó la curiosidad y fui a la hemeroteca universal, Youtube, para ver aquellos reportajes bélicos para la televisión española que realizaron el tándem periodístico formado por Pérez-Reverte y el cámara José Luis Márquez.  Un ejemplo:

Aquí mismo hablaba desde otra perspectiva del ardor guerrero, en concreto del que precedió a la Guerra Civil. Reconozco que no me fascina la literatura bélica, aunque entiendo que el periodismo debe ocuparse de los asuntos de la guerra. Por precisar algo: lo que no comparto, y a veces creo ver algo de esto en la propuesta de Arturo Pérez-Reverte, es que la guerra ennoblezca a sus protagonistas, sean estos actores primarios (soldados) o secundarios (periodistas) del acontecimiento. Puede ser que mi punto de vista parta de una posición subjetiva (no podría ser de otra forma), a saber: sospecho que sería incapaz de ejercer el periodismo en un conflicto bélico por temor a perder la vida, primeramente, pero también por no estar a la altura de los Pérez-Reverte que, renunciando a las comodidades de la redacción (aunque sea en domingo), se marchan al frente para narrarnos a los demás las atrocidades más insospechadas.

Ah, menos mal que siempre tenemos a mano a Enric González. En una de esas entrevistas digitales que prepara su periódico, a éste le preguntaron sobre las crónicas de guerra ya que, aunque él bromeara haciéndose el despistado, cubrió para El País la primera guerra del Golfo. El diálogo fue así:

— ¿Encuentras a faltar las crónicas desde una guerra? Creo recordar que estuviste en la primera del Golfo…

— Yo también creo recordar que estuve en la primera guerra del Golfo, pero no me haga mucho caso. Aquello fue un festival de trolas. No echo en falta las crónicas de guerra, hay gente más preparada que yo para hacerlas.

De verme en la tesitura de marchar a cubrir una guerra (Dios no lo quiera, ¿pero quién sabe? Pueden apretar las deudas o puede elevarse al chantaje la propuesta de algún jefe atiborrado), me veo más cercano a lo que le ocurrió a Enric González en el Golfo. Lo que le pasó fue lo que contó en sus crónicas, que deberían ser estudiadas en las facultades que preparan futuros licenciados en Periodismo. Por circunstancias ajenas a mí, no tuve conciencia de lector de periódicos por aquellas fechas (comienzos de la década de los noventa), pero recomiendo a posteriori vivamente la recopilación de los artículos de Enric González del blog Guerra y Paz (igualmente recomendable, por cierto).

Una respuesta to “Recuerdo guerrero (con su correspondiente ardor)”

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  1. Trackback - 30 noviembre 2009

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