[Publicado en La RADIO de papel, junio]
Algo tiene que ir desquiciadamente mal cuando las instituciones que tendrían que dar ejemplo son las que con menor disimulo están lanzando mensajes desesperanzadores a la ciudadanía. Que el monarca que está convaleciente por irse a cazar elefantes a Botsuana, que el Consejo de Ministros que se desdice en el BOE de lo que horas antes ha anunciado en rueda de prensa, que el Consejo General del Poder Judicial que tiene a su presidente investigado por un supuesto mal uso de fondos públicos, que las comunidades autónomas que despilfarraron en EREs, que presumieron de reducir un déficit público que luego no ha sido tal o que se cruzan reproches del tipo “si tens collons, me lo dices a la cara”, como le dijo el presidente extremeño al alcalde de Barcelona, que todas estas excelentísimas instituciones miren a una sociedad perpleja y pidan tranquilidad es poco ejemplarizante. Seguir leyendo