Tag Archives: Boyero

Realidad aumentada

28 Abr

Primero días con el iPad, al fin ajustado a la medida de mis dedos, y ya tengo la impresión de haber accedido a la realidad aumentada. De pronto, conecto con la actualidad, incluso a la más trivial, sin duda para comprobar hasta dónde llega la utilidad del aparato recientemente adquirido. Me alegro la vista con revistas (?) como IMAG, pensada originariamente para el entorno de las tablets, y así sigo de aquí para allá, lo mismo integrando todos mis perfiles de las redes sociales en una aplicación que leyendo plácidamente poesía (¡poesía!) en el iBooks. Lo he dicho y lo repito: si no quieres un iPad, lo mejor es que no lo uses. Por cierto, ya sé de qué hablaban cuando invocaban esa palabreja, usabilidad. Seguir leyendo

Lo que diga Carlos Boyero

18 Jun

No sé si lo he dicho alguna vez: soy vecino de Carlos Boyero. Me suelo cruzar con él de cuando en cuando por la calle Ponzano y sus alrededores. Jamás le he dicho nada, ni se me ocurriría. Camina él tan absorto en sus cosas, con su cigarrillo (digamos que lo va dejando) y su periódico, que alguna vez ha estado a punto de tener un pequeño incidente al cruzar una calle. Doy mi palabra de que he sido testigo de la tentativa de asesinato por atropello.

Nos hubiéramos quedado sin crítico de cine (con perdón: a Boyero no le termina de satisfacer la palabra crítico). A nadie se le desea la muerte, pero más de uno y de dos y de tres se alegraría de librarse de la pluma indolente de Carlos Boyero, un tipo desairado, escéptico, mordaz, fetichista, maniático, malhablado (se recordarán para siempre sus discrepancias con célebres directores españoles).

Yo no estaría entre los que descansarían si Boyero cerrara el consultorio.  Seguir leyendo

En el aire

19 Mar

Siempre me han gustado los hoteles. La cama siempre preparada, la toalla en su sitio, la luz y la temperatura regulables, y el silencio. Pase lo que pase. Todo dispuesto para un fugaz uso, la máxima expresión de la comodidad.  Sospecho que tiene que ver con el inalterable orden de aquellos hoteles en los que merece la pena pernoctar. Hubo una época en la que rara era la semana que no pasaba alguna noche en alguno de ellos por trabajo, el mismo motivo de la gran mayoría de los clientes de hoteles.

Quiero pensar que esto que voy a decir lo hará más gente: confieso que en los tiempos muertos me divertía, o más bien me entretenía, imaginando en qué consumirían su tiempo aquella fauna que, como yo, desfilaba por el hotel. Allá que volaba la imaginación mientras desayunaba, o mientras esperaba mi turno para que me entregaran la llave de la habitación, o mientras hacía tiempo en algún sofá de la recepción hasta que llegara la hora de volver al trabajo.

En la película Up in the air, George Clooney es uno de esos clientes asiduos a los hoteles en quien, de encontrármelo, estoy convencido que repararía para preguntarme por su ocupación. No hubiera acertado nunca. Seguir leyendo

No somos tan importantes

15 Feb

Cuando afuera el frío te araña la cara es más comprensibles que rebajes tus exigencias: basta con algo de calor para que des las gracias. Es lo que escribía Carlos Boyero en la previa de la Berlinale, fue lo que yo pensé (porque se lo había leído) minutos antes de que, el pasado sábado, subiera el telón del teatro María Guerrero y comenzara Realidad.

He aquí un buen ejemplo para recordar que te gusta el teatro: que ni el frío, ni la economía, ni la pereza, ni el fútbol suman suficientes excusas para no encontrar acomodo en una silla y disfrutar de la actuación de Javier Cámara y María Pujalte. Encontrarte con los actores, y la escenografía y el texto de Tom Stoppard, responsable de películas como Shakespeare in loveSeguir leyendo