[Publicado en La RADIO de papel, enero]
No perder la curiosidad: perder la curiosidad sería como perder la esperanza. Creo que esto ya lo he dicho otras veces. Tener tiempo para, supuestamente, perderlo. Sentarme en casa en mi sillón preferido y seguir disfrutando de una buena serie, como Breaking Bad o como Homeland, y del cine y de la literatura. También de la prensa, ay. Escuchar música con tanta atención que la misma pieza, el Blue in Green o las Variaciones de Goldberg, me revele cada vez un matiz distinto, inadvertido. Seguir leyendo